Este texto corresponde a un folleto para pacientes preparado por la American Academy Of Otolaryngology - Head and Neck Surgery.
Traducido por el Dr. Ra�l Pitashny, Miembro del Comit� de Otorrinolaringolog�a Internacional de esa Academia. Per�odo (1993-1996, 1996-1999)
Presentado por el Instituto de Otorrinolaringolog�a de Santa Fe.
Las infecciones dolorosas del o�do son habituales en los ni�os �a la edad de 5 a�os, casi todos los chicos han experimentado al menos un episodio. La mayor�a de las infecciones se resuelven solas (si son causadas por virus) o son tratadas eficientemente con Antibi�ticos (si son causadas por bacterias). Pero a veces, estas infecciones del o�do y/o fluido en el o�do medio pueden transformarse en un problema cr�nico que evoluciona produciendo problemas tales como Hipoacusia, o trastornos de la conducta o del habla. En estos casos, se puede considerar la inserci�n, por un especialista en Otorrinolaringolog�a, de un Tubo de Ventilaci�n (llamado tambi�n Di�volo en nuestro pa�s).
Los Tubos de Ventilaci�n son peque�os cilindros huecos que se colocan a trav�s de la membrana timp�nica para permitir la entrada de aire en el O�do Medio. Tambi�n se pueden llamar Tubos de Timpanostom�a, Tubos de Miringotom�a, Tubos de ventilaci�n o PE (ecualizalizadores de presi�n). Estos tubos pueden ser de pl�stico, metal, o Tefl�n y pueden tener una cobertura para reducir las infecciones. Hay dos tipos b�sicos de tubos para el o�do:
De corta o larga duraci�n. Los de corta duraci�n son m�s peque�os y t�picamente permanecen en su lugar desde 6 meses a un a�o elimin�ndose solos. Los tubos de larga duraci�n son m�s grandes y tienen rebordes que los aseguran por un per�odo de tiempo m�s prolongado. Los tubos de larga duraci�n se pueden caer solos; pero en algunos casos es necesaria la extracci�n por un Otorrinolaring�logo.
Los tubos de ventilaci�n se recomiendan a menudo cuando una persona experimenta repetidos episodios de infecciones en el o�do (Otitis media aguda) o tiene una p�rdida auditiva causada por la presencia persistente de fluido en el O�do Medio (Otitis Media Secretora). Estas condiciones ocurren m�s com�nmente en los ni�os; pero tambi�n pueden estar presentes en adolescentes y adultos y pueden provocar trastornos del habla y del equilibrio, p�rdida auditiva, o cambios en la estructura de la membrana Timp�nica. Otras condiciones menos frecuentes en que puede considerarse la colocaci�n de estos tubos son algunas malformaciones del T�mpano, de la Trompa de Eustaquio, S�ndrome de Down, fisura de Paladar, y Barotrauma (Lesi�n del O�do Medio causada por una reducci�n de la presi�n de aire en el o�do medio), que usualmente sucede con los cambios de altitud durante el vuelo o cuando se realiza Buceo.
Cada a�o se realizan en ni�os de Estados Unidos m�s de medio mill�n de estas cirug�as, haciendo que sea la intervenci�n quir�rgica m�s frecuente que se realiza con Anestesia General en la infancia. Es m�s frecuente entre los tres y cinco a�os.
Reducir el riesgo de futuras infecciones
Restaurar la p�rdida auditiva causada por la presencia de fluido en el O�do Medio
Mejorar los problemas del habla y del equilibrio, y
Mejorar los problemas de conducta y del sue�o causados por las infecciones cr�nicas del O�do.
Los tubos se colocan realizando un procedimiento quir�rgico ambulatorio llamado Miringotom�a. Una Miringotom�a se refiere a una incisi�n (un orificio) en la Membrana Timp�nica. Se lo hace habitualmente con un peque�o bistur�, bajo visi�n a trav�s de un microscopio quir�rgico; pero tambi�n se puede hacer una Timpanostom�a con un equipo de Rayos L�ser.
Si el tubo no se coloca, el orificio cicatrizar� y se cerrara en unos pocos d�as. En el caso del L�ser permanece abierto de tres a cuatro semanas aproximadamente. En algunos casos, puede ser suficiente; pero en otros, es necesario ventilar el O�do Medio mucho m�s tiempo. Por eso se coloca el Tubo de Ventilaci�n, que mantiene el orificio abierto en forma prolongada.
En los ni�os peque�os se administra una Anestesia General poco profunda, habitualmente inhalatoria. Los chicos mayores pueden tolerar, como los adultos, el procedimiento con Anestesia Local. Se realiza la Miringotom�a y luego se succiona el fluido que est� detr�s de la Membrana Timp�nica (en el espacio del O�do Medio). Entonces se coloca el Tubo a trav�s del T�mpano. En ese momento se pueden administrar unas gotas �ticas y estas pueden ser necesarias unos d�as m�s. Habitualmente el procedimiento es breve y los pacientes se despiertan r�pidamente. El Otorrinolaring�logo puede recomendar la remoci�n de la Adenoides (tejido Linfoide ubicado en la v�a a�rea superior, detr�s de la Nariz) al mismo tiempo que colocar� los tubos. Esto es casi siempre considerado cuando es necesario repetir la colocaci�n de tubos. Estudios actualizados de investigaci�n indican que la remoci�n de la Adenoides al mismo tiempo que se colocan los Tubos de Ventilaci�n puede reducir el riesgo de infecciones recurrentes del o�do y la necesidad de repetidas cirug�as del mismo.
Despu�s de la cirug�a, el paciente es monitoreado en la sala de recuperaci�n y habitualmente, si no hay complicaciones presentes, est� en condiciones de retirarse en una hora. Puede haber ning�n o poco dolor postoperatorio, a veces un peque�o mareo, irritabilidad y/o n�useas temporarias derivadas de la anestesia. La p�rdida auditiva causada por la presencia de fluido en el o�do medio se resuelve inmediatamente con la cirug�a. A veces los chicos pueden o�r tanto mejor que se quejan de que los sonidos normales suenan demasiado fuerte. El Otorrinolaring�logo proveer� instrucciones postoperatorias espec�ficas para cada paciente incluyendo cuando requerir atenci�n inmediata y los turnos para el seguimiento adecuado. �l o ella podr�n tambi�n prescribir antibi�ticos y gotas �ticas por unos d�as.
Para evitar la posibilidad de que a trav�s del Tubo de Ventilaci�n entren bacterias en el o�do medio, los m�dicos pueden recomendar que mantenga los o�dos secos usando tapones para el o�do u otros elementos que impidan la entrada de agua durante el ba�o, la nataci�n y otras actividades en el agua. Sin embargo, recientes investigaciones sugieren que la protecci�n de los o�dos no ser�a tan necesaria, excepto cuando se zambullen o en actividades con aguas no limpias, tales como lagos o r�os. Los padres deber�an conversar con el m�dico tratante acerca de la protecci�n del o�do despu�s de la cirug�a.
La Miringotom�a con colocaci�n de tubos de ventilaci�n es un procedimiento extremadamente com�n y seguro, con m�nimas complicaciones. Cuando �stas existen, pueden incluir:
Perforaci�n- Puede suceder cuando el tubo sale espont�neamente o cuando se extrae un tubo de larga duraci�n y el orificio en la membrana no cicatriza. Este orificio se puede cerrar a trav�s de un procedimiento quir�rgico menor llamado T�mpanoplastia o Miringoplastia.
Cicatrices- Cualquier irritaci�n de la Membrana Timp�nica (infecciones recurrentes), y tambi�n reiteradas colocaciones de tubos de ventilaci�n, pueden causar cicatrices llamadas T�mpanoesclerosis o Miringoesclerosis. En la mayor�a de los casos no traen problemas en la audici�n.
Infecci�n- Las infecciones pueden ocurrir en el o�do medio o alrededor del tubo. Sin embargo, estas infecciones son usualmente menos frecuentes que antes de la operaci�n, producen menos p�rdida auditiva, y son m�s f�ciles de tratar- a menudo curan con unas gotas. S�lo a veces podr�a ser necesario un antibi�tico oral.
Los tubos salen espont�neamente muy pronto o permanecen demasiado- Si un tubo se expulsa del t�mpano demasiado pronto (lo que es impredecible), el fluido podr�a retornar y hacer necesaria una nueva cirug�a. Los tubos que permanecen demasiado pueden facilitar una perforaci�n o pueden requerir su remoci�n por parte del otorrinolaring�logo.
La consulta con un Otorrinolaring�logo (Cirujano de Garganta, Nariz y O�do) debe ser requerido si usted o su hijo/a ha experimentado repetidas o severas infecciones del o�do, infecciones que no se curan con antibi�ticos, p�rdida auditiva debido a la presencia de fluido en el o�do medio, Barotrauma, o tener una anormalidad anat�mica que inhibe el drenaje del o�do medio.